miércoles, 17 de febrero de 2016

Artículo de la evolución humana


¿Cuándo empezaron a hablar los humanos?


Hace 7.000 años, los humanos dejaron sus primeras muestras del uso del lenguaje cuando empezaron a escribir. Sin embargo, se sabe que la aparición del lenguaje es mucho más antigua, incluso anterior al movimiento migratorio que realizaron los Homo sapiens cuando empezaron a ocupar el mundo hace 60.000 años.

En un artículo del 2011 de la revista Science, Quentin Atkinson, Nueva Zelanda, analizando los fonemas de los distintos idiomas localizó el origen del lenguaje en el sudoeste africano. Mediante un método parecido a los análisis de ADN, Atkinson observó que el número de fonemas de un idioma descendía al alejarse del continente africano.

La aparición del lenguaje moderno habría coincido con la gran explosión de las capacidades cogniscivas del ser humano, como las expresiones artísticas. Según Levi Strauss, investigador del siglo pasado, el lenguaje debía haber aparecido en dicha explosión y no como resultado de la evolución desde la articulación de sonidos en animales. Chomsky también pensaba que algo tan complejo como el lenguaje es una capacidad humana que no se podría explicar mediante mecanismos evolutivos. Por otro lado, científicos como Steven Pinken empezaron a pensar en la posibilidad de que la combinación ente los cambios genéticos y la selección natural diesen lugar a algo tan extraño como el lenguaje. A partir de ahí se empezaron a apoyar en herramientas evolutiva para encontrar el origen del lenguaje.

El análisis de cráneos fósiles de hace 400.000 años, pertenecientes al Homo erectus , mostraba que estos homínidos ya habían desarrollado las áreas de Broca y Wernicke y que tenían una anatomía que les permitía articular sonidos.

Edald Carbonell dijo que en esa época los humanos ya controlaban el fuego, lo que pudo suponer un cambio social al reunirse entorno a él en grupos. En ese entorno habría empezado a surgir el lenguaje.

A los científicos les ha costado encontrar pruebas que afirmen sus hipótesis sobre el origen del lenguaje, puede que lo consigan en un futuro con las herramientas adecuadas. La posibilidad de recuperar el material genético de fósiles antiguos ayudará a explorar cambios en el ADN que puedan estar relacionados con la evolución del lenguaje.  
 

martes, 16 de febrero de 2016

Articulo Evolución : asi dejamos de ser invertebrados


                                    Así dejamos de ser invertebrados


Cada año, cientos de estudiantes de biología en EE UU se ponen en pie y le cantan a un anfioxo parecido a un filete de anchoa o a un gusano.
“el anfioxo es un cefalocordado marino y es el animal invertebrado vivo más parecido al ancestro de todos los vertebrados”, explica José Luis Gómez-Skarmeta. Su equipo publica hoy un estudio que ilumina ese largo trecho desde el anfioxo hasta los seres humanos.
“Los anfioxos son, básicamente, como un vertebrado sin cabeza y sin extremidades”, resume Gómez-Skarmeta. La canción de 1921 da más claves sobre su importancia  “No tiene ojos, ni mandíbula, ni cuerda nerviosa ventral . Pero tiene un montón de hendiduras branquiales y una notocorda”. En los humanos, la notocorda aparece cuando somos embriones, para ser posteriormente sustituida por nuestra columna vertebral.
Gómez-Skarmeta batalla en la tercera revolución de la genética. Primero se estudiaron los genes, que apenas representan el 5% de todo el ADN de un organismo. En ese 5% de nuestro genoma están las instrucciones para fabricar nuestras proteínas. La segunda revolución estudió el 95% restante del ADN, donde se encuentran los interruptores para apagar y encender los genes.Y, finalmente, la tercera revolución investiga la estructura tridimensional del ADN, también clave para el funcionamiento de los genes.
Su equipo se ha fijado en el complejo Hox, un conjunto de genes que desempeña un papel esencial para construir cualquier animal. “Los genes Hox son responsables del eje que va de la cabeza a la cola en todos los animales. También de la formación de las extremidades (de todo lo que cuelga y sale para fuera del cuerpo).
Su estudio, publicado en la revista Nature Genetics, muestra que la estructura tridimensional del complejo Hox cambió en algún momento durante la transición de invertebrados a vertebrados. Los genes Hox se colocan en el genoma muy pegados unos a otros y rodeados de interruptores para regular su activación de manera extremadamente precisa. En los vertebrados, los genes Hox se reparten en dos tramos, con sendos ovillos de interruptores. Sin embargo, en nuestro pseudoancestro anfioxo el complejo Hox aparece en un solo ovillo. El grupo de Gómez-Skarmeta cree que hace cientos de millones de años comenzaron a aparecer nuevos interruptores en torno a los genes Hox al mismo tiempo que cambiaba su estructura tridimensional para evitar interferencias entre ellos. “Sin esta estructura tridimensional del complejo Hox no tendríamos ni piernas, ni brazos, ni pene”, expone el investigador. Seríamos, básicamente, como un filete de anchoa.

Artículo Evolución humana: empezar de cero

Dos grandes paleontólogos (Jeffrey Schwartz e Ian Tattersall) proponen reconsiderar toda la línea de la evolución humana, y así revelar "la diversidad de nuestros ancestros"


Hace seis millones de años, los chimpancés y nosotros éramos la misma cosa, pero poco después nos
separamos en dos ramas. Nuestra rama empezó por evolucionar, pasando tanto por los Australopitecos como por el género Homo (hace 2 millones de años aprox.)

El Homo sapiens llegó hace 200.000 años, y después empezó lo que llamamos historia.

Pero el simple paso de un género a otro no fue tan sencillo como se propone, o así lo dicen Jeffrey e Ian.

Schwartz y Tattersall piensan que los paleontólogos del XIX y el XX han creado un cuadro de la evolución humana confuso y poco sustentado en las pruebas que tenemos hoy en día.

La teoría que habían creado era de un progreso lineal y continuo hacia la mente humana, y han intentado meter en ella con "calzador" todo el zoo de estructuras que han ido desenterrando de tierras africanas.

Schwartz y Tattersall, sin embargo, creen que toda esa diversidad es la realidad. Una realidad que no se ajusta exactamente a la teoría.
Ian dice:“Todo animal es una mezcla de rasgos antiguos y modernos, porque
cada uno retiene rasgos de una serie de ancestros, del más antiguo al más moderno"

Sobre el hobbit, el conocido fósil humano de la isla de Flores en Indonesia, Schwartz dice que demuestra que no conocemos al completo nuestra evolución, ni siquiera la más reciente.


Esta novedosa teoría propone un nuevo interrogante en nuestra histori ¿Si la diversidad caracteriza el registro fósil de otros animales, por qué no de los humanos?”.